sábado, 13 de diciembre de 2025

Leído: Lo sabes aunque no te lo he dicho de Candela Sierra

Lo sabes aunque no te lo he dicho - Candela Sierra. Bilbao : Astiberri, febrero 2024. 


Publicado en febrero de 2024 por Astiberri, Lo sabes aunque no te lo he dicho se presenta como un cómic que reúne múltiples relatos breves, historia tras historia, todas conectadas por un pulso común: la dificultad de comunicarnos verdaderamente. 

La autora aprovecha el género para indagar en esa zona de la cotidianidad que muchas veces evitamos mirar: lo que queda sin decir, lo que se comunica a medias, lo que preferimos obviar.

La obra parte de una pregunta implícita: ¿En qué momento nos volvimos especialistas en “leer en diagonal”, en escuchar de refilón, en mirarnos el ombligo sin descanso? 

 Así plantea Sierra el paisaje de sus historias: un mundo saturado de pantallas, de redes sociales, de conversaciones que no alcanzan a tocar lo que importa. En ese contexto, los vínculos, familiares, amorosos, laborales, amistosos, se muestran frágiles, marcados por el miedo al compromiso, eludir el conflicto, y la urgencia de validación inmediata. 

El tono que adopta la autora es en buena medida satírico, ácido, con humor, pero un humor que pica. No es amable. No busca dulcificar la falta de comunicación: la expone. Como señala una reseña: “tiene un tono muy sardónico y muy cabrón… inevitable pensar ¿me doy por aludida?” 

La obra se compone de historias cortas; cada una es casi autónoma, pero todas juntas conforman un mosaico coherente de lo que significa vivir hoy y no saber, realmente, decir lo que importa. 

Gráficamente, Sierra hace un uso expresivo del medio cómic: paleta de color viva, estilo que bebe de influencias como la de Brecht Evens, y una narrativa que no esquiva el recurso del gag, de la elipsis, de ese espacio entre viñetas donde lo no dicho actúa con fuerza. 

Ese recurso de lo no dicho es también formal: los silencios, los gestos, lo que queda al margen de los bocadillos, se convierten en parte del mensaje. Y en ese “entre” está buena parte de la carga emocional del trabajo.

Lo que hace esta obra con acierto es reflejar una sensación: la de estar rodeado de personas y, al mismo tiempo, no conectar. De creer que escuchas y que te escuchan, pero que lo esencial se evapora antes de llegar. Al conformar múltiples escenas cotidianas —una cena que se resiente, un mensaje que queda sin contestar, una amistad que se enfría, una pareja que evita un conflicto—, Sierra genera un espejo en el que el lector se puede reconocer. Como comentan en una reseña: “La sensación de vacío existencial es patente, no hay soluciones… esta obra es un carrusel de cotidianidad”. 
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¿En qué momento nos hemos vuelto especialistas en leer y escuchar en diagonal, barrer debajo de la alfombra y mirarnos el ombligo sin descanso? Narcisismo, falta de comunicación real, gestión emocional nula... Las relaciones contemporáneas, ya sean laborales, familiares, de amor o de amistad, se caracterizan cada vez más por el temor al compromiso y la tendencia a eludir conflictos, todo ello exacerbado por nuestro enganche a las redes sociales.

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