No se lo digais a mi santo, porque él es un acerrimo defensor de su nespresso, y cree que eso del nescafé es una herejía, pero me gusta de tanto en tanto tomarme un café con leche con nescafé de sobre, bien caliente, con ese sabor característico de nescafé, una gozada, por que en casa de mis padres no se hacía café, se tomaba nescafé, y me recuerda mi adolescencia, (época por otra parte que prefiero obviar totalmente).
En fin, que ayer me tomé uno y me encantó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario