jueves, 13 de marzo de 2014

Visto: El lobo de Wall Street de Martin Scorsese


Tres horas de película, tres horas que tuvimos que ver en 2 días, por qué 3 horas es demasiado, y aún así no se me hizo excesivamente larga, aunque sí que encontre muchas escenas que se podrían haber eliminado, ya que no aportaban nada a la trama de la película. Los excesos son bestiales, y el otro día leí una entrevista al Jordan Belfort, donde decía que en la película habían censurado muchas cosas, con lo que no quiero ni imaginarme las bestialidades que hacían, desde su chiringuito financiero. 
A raíz de esta película recuerdo  la historia de un alumno que presento un trabajo final de curso sobre un "paraíso fiscal" y que saco muy buena nota, pero el tribunal le recordo que no era demasiado ético, pero que el desarrollo del trabajo era bueno. No recuerdo el nombre del alumno pero me gustaría saber que es de su vida, y si monto esa empresa.

Película basada en hechos reales del corredor de bolsa neoyorquino Jordan Belfort (Leonardo DiCaprio). A mediados de los años ochenta, Belfort era un joven honrado que perseguía el sueño americano, pero pronto en la agencia de valores aprendió que lo más importante no era hacer ganar a sus clientes, sino ser ambicioso y ganar una buena comisión. Su enorme éxito y fortuna cuando tenía poco más de veinte años como fundador de una agencia bursátil le valió el mote de “El lobo de Wall Street”. Dinero. Poder. Mujeres. Drogas. Las tentaciones abundaban y el temor a la ley era irrelevante. Jordan y su manada de lobos consideraban que la discreción era una cualidad anticuada; nunca se conformaban con lo que tenían. (FILMAFFINITY)

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