sábado, 3 de julio de 2021

Leído: El Cuarto Mono de J.D. Barker (Trilogia El cuarto mono 1)

El Cuarto Mono - J.D. Barker ; traducción de Julio Hermoso. Barcelona: Destino, 2019. 554 p.

Hacía tiempo que tenía en el libro electrónico este libro y el otro día tuve ganas de leer una buena novela policiaca, o al menos una que fuese lo suficientemente entretenida. Las historias de asesinos en serie me gustan, por que son los asesinos son muy inteligentes y a menudos listos, pero siempre les acaban cogiendo, supongo que es la justicia literaria. Aunque en la vida real, a menudo, los casos se quedan sin resolver.
En este caso, el detective de la polícia de Chicago arrastra, como no, el estigma de solitario, y está en horas bajas por la muerte en un atraco de su esposa, y con un par de compañeros, Nash y Clair, está investigando el caso del asesino en serie del Cuarto Mono, que se dedica a asesinar a jóvenes mujeres en venganza de las acciones de sus padres. Y el tema del Cuarto Mono hace referencia a la historia de los tres monos: no hablar, no ver, no oír, y el cuarto sería no hagas el mal.
Y en esta novela, la investigación incluye un nuevo secuestro y muchas sorpresas entremedio, como la participación activa del asesino en la investigación, siguiendo la estela de Seven y alguna sorpresa mas.
La lectura alterna dos historias, la del asesino a través del diario de su infancia y la del caso en tiempo real, dando lugar a dos tramas muy interesantes y que te muestra el porque de sus actuaciones.
Personajes memorables: padre y madre, que crean a un monstruo.
He disfrutado mucho con su lectura y ahora a leer la continuación La quinta víctima.
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Sam Porter, detective de la policía de Chicago, investiga el caso de un hombre atropellado, pues todos los indicios en la escena del crimen apuntan a que se trata del Cuarto Mono, un asesino en serie que lleva años aterrorizando la ciudad. Su modus operandi consiste en enviar tres cajas blancas a las familias de las víctimas que secuestra y mata: una con una oreja, otra con los dos ojos, y la última con la lengua, para finalmente abandonar el cuerpo sin vida en algún lugar. El hombre atropellado llevaba una de esas cajas blancas. Empieza así una frenética carrera contrarreloj para encontrar a la víctima antes de que sea demasiado tarde.

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