Es la segunda parte de El síndrome E y es una novela policíaca interesante y muy, muy entretenida. Me la he leído apresuradamente por que estaba tan emocionante que no podía soltarla. Me ha gustado que los protagonistas sean un hombre y una mujer, ambos policías, y con problemas similares. Lo peor las muertes infantiles, lo mejor la trama. Muy, muy recomendable.
Destrozada por una terrible pérdida, devorada y espoleada por el odio, Lucie Henebelle se lanza sobre la pista de los asesinos junto a Franck Sharko, igualmente incapaz de olvidar la terrible experiencia vivida. Una investigación que, a través de la genética, les conducirá a las raíces del mal.
«Una obra tan negra como fascinante. Frank Thilliez teje una intriga nerviosa que atrapa irremediablemente al lector». Le Parisien
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