lunes, 1 de mayo de 2017

Leído: Los discípulos de Baco de Daniel García Giménez.

Los discípulos de Baco - Daniel García Giménez. Barcelona: Plataforma, 2014. 362 p.

Por si no lo he dicho nunca soy bibliotecaria, y a veces descubres que compañeros de profesión publican novelas y a pesar de no conocerlos decides que tienes que leerlas, sea como sea, ya que crees que encontrarás en la novela códigos secretos que sólo entenderás tú por tu profesión. Y cuando vi esta novela de un bibliotecario que trabaja en la provincia de Barcelona pues a por ella.
La novela explica las pesquisas de una policía científica, que por lo que pude entender también tiene estudios de documentación, para aclarar el secreto oculto de una botella de vino centenario. Se nota que el autor sabe de vinos, y que ha leído mucha novela policíaca. Yo que sé un poco de ambas cosas, estos aspectos me han gustado, pero no he entendido todos los aspectos de la novela, y en algunos momentos incluso me he perdido, con lo que no he podido disfrutar de una trama un tanto enrevesada. Aún así le reconozco el valor de escribir más de 300 páginas sobre el misterio de una botella de vino antiguo. 
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La investigación sobre unos asesinatos relacionados con el mundo del vino llega a manos de una agente de la policía científica.
El encuentro con un confidente la embarcará en una carrera que está obligada a ganar sin conocer quiénes son sus oponentes.
Un mafioso ruso, una arqueóloga furtiva, el archivero de la catedral de Barcelona, una rubia enigmática, un antiguo oficial nazi, un sicario de mirada tierna y un enólogo crápula cruzan sus caminos con un objetivo único: descubrir el secreto oculto en una botella de vino centenaria.
Es un relato de sensaciones intensas, acción, violencia, humor negro, historia y pasión por el vino como ingeniería popular al servicio del placer, donde todos los personajes son tan malos como humanos.
Una novela embriagadora.

1 comentario:

  1. Mmmmmm, creo que esta vez no me subo al carro, soy más de Morfeo que de Baco, jeje, en serio, creo que no es para mí.

    Un besito.
    Yolanda.

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