Intemperie - Jesús Carrasco. Barcelona : Seix Barral, noviembre de 2019. 223 p.
Leído para el club de lectura de amigas del maritimo.
Intemperie es una novela deslumbrante por su sobriedad y contundencia. Escrita por Jesús Carrasco, esta obra supuso su debut literario y fue recibida con entusiasmo tanto por la crítica como por los lectores. Ambientada en un territorio árido y atemporal, aunque por la trama puedes sospechar que se trata de la España profunda, después de la guerra, la novela narra la huida de un niño que escapa de un entorno de violencia estructural y doméstica, y no acabaremos nunca sabiendo el porqué.
La historia se desarrolla en un paisaje desolado, casi postapocalíptico, donde el clima, la tierra seca y el silencio juegan un papel esencial, convirtiéndose en personajes tan presentes como el niño protagonista o el anciano cabrero que lo acoge. El lenguaje de Carrasco es parco, preciso y profundamente poético, con descripciones que apelan a los sentidos y que transmiten una tensión casi constante.
A través de la travesía del niño, Intemperie reflexiona sobre la dignidad, la brutalidad del poder y la posibilidad de redención. El contraste entre la violencia que deja atrás y la compasión del cabrero permite entrever un rayo de esperanza dentro de un relato que, por momentos, es oscuro y opresivo.
Uno de los mayores logros de Carrasco es su capacidad para narrar sin explicar demasiado. El lector se ve obligado a llenar los vacíos, a intuir la historia y el contexto, lo que otorga a la novela una atmósfera envolvente y casi mítica. No hay nombres, ni fechas concretas, lo que acentúa el carácter universal del relato.
Intemperie es una obra de gran fuerza narrativa y profundidad simbólica. Con un estilo depurado y cargado de belleza, Jesús Carrasco ofrece una novela breve pero intensa, que deja una impresión duradera. Ideal para lectores que aprecian la literatura introspectiva, los paisajes áridos cargados de significado y los relatos donde el lenguaje es tan importante como la historia.
Un debut literario con alma de clásico. La riqueza de Miguel Delibes y la fuerza de Cormac McCarthy fundidas en una voz propia.
Un niño escapado de casa escucha, agazapado en el fondo de su escondrijo, los gritos de los hombres quelo buscan. Cuando la partida pasa, lo que queda ante él es una llanura infinita y árida que deberá atravesar si quiere alejarse definitivamente de aquello que le ha hecho huir. Una noche, sus pasos se cruzan con los de un viejo cabrero y, a partir de ese momento, ya nada será igual para ninguno de los dos.
Intemperie narra la huida de un niño a través de un país castigado por la sequía y gobernado por la violencia. Un mundo cerrado, sin nombres ni fechas, en el que la moral ha escapado por el mismo sumidero por el que se ha ido el agua. En ese escenario, el niño, aún no del todo malogrado, tendrá la oportunidad de iniciarse en los dolorosos rudimentos del juicio o, por el contrario, de ejercer para siempre la violencia que ha mamado.
A través de arquetipos como el niño, el cabrero o el alguacil, Jesús Carrasco construye un relato duro, salpicado de momentos de gran lirismo. Una novela tallada palabra a palabra, donde la presencia de una naturaleza inclemente hilvana toda la historia hasta confundirse con la trama y en la que la dignidad del ser humano brota entre las grietas secas de la tierra con una fuerza inusitada.
Un niño escapado de casa escucha, agazapado en el fondo de su escondrijo, los gritos de los hombres quelo buscan. Cuando la partida pasa, lo que queda ante él es una llanura infinita y árida que deberá atravesar si quiere alejarse definitivamente de aquello que le ha hecho huir. Una noche, sus pasos se cruzan con los de un viejo cabrero y, a partir de ese momento, ya nada será igual para ninguno de los dos.
Intemperie narra la huida de un niño a través de un país castigado por la sequía y gobernado por la violencia. Un mundo cerrado, sin nombres ni fechas, en el que la moral ha escapado por el mismo sumidero por el que se ha ido el agua. En ese escenario, el niño, aún no del todo malogrado, tendrá la oportunidad de iniciarse en los dolorosos rudimentos del juicio o, por el contrario, de ejercer para siempre la violencia que ha mamado.
A través de arquetipos como el niño, el cabrero o el alguacil, Jesús Carrasco construye un relato duro, salpicado de momentos de gran lirismo. Una novela tallada palabra a palabra, donde la presencia de una naturaleza inclemente hilvana toda la historia hasta confundirse con la trama y en la que la dignidad del ser humano brota entre las grietas secas de la tierra con una fuerza inusitada.