En Fundación, Isaac Asimov nos transporta a un vasto Imperio Galáctico en decadencia. La historia se abre con Hari Seldon, un matemático visionario que ha creado la psicohistoria, una ciencia capaz de predecir el futuro de sociedades enteras. Sus cálculos anuncian la inminente caída del Imperio y un largo periodo de barbarie de treinta mil años… salvo que se actúe a tiempo.
Para acortar ese periodo de oscuridad, Seldon propone crear la “Fundación”, un enclave de científicos e intelectuales en el remoto planeta Términus. Oficialmente es una enciclopedia del saber humano, pero en realidad es la semilla de un nuevo imperio y la única esperanza para guiar a la galaxia hacia un futuro menos sombrío.
La novela no sigue a un único protagonista, sino a generaciones de personajes que, enfrentándose a crisis sucesivas, las “Crisis Seldon”, van confirmando la visión del matemático. La narrativa, casi episódica, mezcla intriga política, diplomacia, tecnología y religión, mostrando cómo el poder puede transformarse y adaptarse cuando el conocimiento se convierte en el recurso más valioso.
En conjunto, Fundación no solo es ciencia ficción visionaria; es una reflexión sobre el destino de las civilizaciones, la manipulación del poder y la importancia del conocimiento como herramienta de supervivencia colectiva. Su estructura de relatos interconectados y su tono casi histórico le dan la sensación de crónica más que de novela, lo que refuerza su carácter monumental y atemporal.
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