Tres historias con el hilo conductor de la chocolatera de porcelana blanca en la ciudad de Barcelona. De las tres historias la que más me ha gustado ha sido la primera, y después la segunda y la que menos la tercera. Las historias explicadas desde un punto de vista femenino al menos la primera y la segunda está bastante bien ya que reflejan la vida de las dos mujeres adultas que a través del chocolate entablan una manera de vivir. En cambio la tercera historia desde el punto de vista de un hombre, quizás peque demasiado de ser una historia masculina, ya que realmente la protagonista no es Mariana sino el caballero francés. Lo que si queda claro es el amor por el chocolate, por una buena taza de chocolate.
Tres mujeres, tres siglos y la misma chocolatera de exquisita porcelana blanca: Sara:propietaria de un apellido que en Barcelona es sinónimo de chocolate, se enorgullece de dar continuidad a la tradición heredada de sus padres. Aurora: hija de una sirvienta de una familia burguesa del siglo xix, para quien el chocolate es un producto prohibido. Mariana: esposa del fabricante de chocolate más famoso del siglo xviii, abastecedor de la corte francesa e inventor de una máquina prodigiosa.
A través de la pasión por el chocolate, Care Santos traza un apasionante viaje en el tiempo en el que recorreremos más de tres siglos de historia, desde su llegada a Europa hasta la sofisticación de nuestros días. Vibrante y adictiva, esta maravillosa novela es un exquisito placer para los sentidos.
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