viernes, 10 de febrero de 2017

Leído: Hablar solos de Andrés Neuman

Hablar solos - Andrés Neuman. Barcelona: Alfaguara, 2012. 192 p.
Personajes: Lito, la madre, el padre, Ezequiel
Ambientada en Argentina en la actualidad

Lo empecé a leer porque era un libro breve y me apetecía algo ligero, y he descubierto una obra incisiva que trata un tema tan duro como la muerte del marido y del padre de tu único hijo, siendo joven víctima de una enfermedad que no se menciona pero que debe ser un cáncer.
La novela avanza dando voz a cada miembro de la familia: Lito, el niño de 10 años, el padre, Mario, de unos 40 y la madre, también de unos 40. Y explica cómo una vez diagnosticada la enfermedad el padre, cada uno como la vive: el niño desde la más absoluta ignorancia, aunque con leves sospechas de que su padre no está bien, la madre desde la desesperación serena de saber lo que va a pasar y leyendo, y encontrando mensajes en todas las novelas que lee (un poco como haría yo), y el padre pues aceptar que se va a morir, y que quiere dejar un buen recuerdo a su único hijo, haciendo un viaje en su camión con su hijo, lo mismo que hizo su padre con el (aquí para mi muchas reminiscencias de Manolito Gafotas de Elvira Lindo, y su viaje en el camión de su padre).

Cómo personajes secundarios aparecen Ezequiel, el médico de Mario, que se descubre como un personaje muy inquietante, los hermanos de Mario, como elementos no demasiados agradables de la dinámica familiar, y unos padres y una hermana de la madre, distantes y lejanos.

Me ha gustado mucho la parte de la madre, que es claramente la protagonista, y puedo entender su reacción delante de la enfermedad, tanto de la ajena como de la propia, y aquí Newman enlaza con una temática que ahora está muy en auge y es como se ve la enfermedad y el enfermo, con obras como la Susan Sontag, o el clásico de Tolstoi La muerte de Ivan Ilitch. Quizás las actuaciones de la madre durante el viaje no sean las más apropiadas, pero en circunstancias puedes entender muchas cosas.

Y otra parte que me ha gustado es la reflexión final de “no somos nada”.

Una buena obra que recomiendo.
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Un viaje. Dos triángulos. Tres voces. Una vuelta de tuerca matriarcal a la road movie: padre e hijo salen a la carretera juntos, por primera y quizás última vez; mientras la madre toma la palabra y emprende por sí misma una segunda exploración, incluso más arriesgada.Lito acaba de cumplir diez años y sueña con camiones. Mario está enfermo y tiene deudas con su memoria. Antes de que sea tarde, ambos inician un decisivo viaje en el que compartirán mucho más que tiempo y espacio. Acosada por la idea de la pérdida, Elena se sumerge en una catártica aventura capaz de desafiar sus límites morales. Adicta a la lectura, no dejará de toparse con su propia vida en los libros, o viceversa.Alternando ternura y crudeza, Hablar solos se desplaza de la infancia a la perversión, de la familia al duelo. Una novela perturbadora que indaga en las relaciones entre Tánatos y Eros, planteando una pregunta de profundas consecuencias: ¿cómo afecta la enfermedad a nuestra forma de leer y de vivir el sexo?Uno de los mejores libros de 2012 según La Vanguardia.

2 comentarios:

  1. Se ve interesante e intenso, no se si en estos momentos es una lectura adecuada para mi, la intensidad me supera ya.
    Lo tendré en cuenta!

    Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Se ve interesante e intenso, no se si en estos momentos es una lectura adecuada para mi, la intensidad me supera ya.
    Lo tendré en cuenta!

    Un beso.

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