sábado, 27 de diciembre de 2025

Leído: Tant mieux de Amélie Nothomb

Tant mieux - Amélie Nothomb. Paris: Albin Michel, 2025. 199 p.

Una novela breve y contundente en la que Amélie Nothomb reconstruye la infancia de su madre, Adrienne, desde los cuatro años hasta la primera juventud, marcada por la violencia emocional y física del entorno familiar en la Bruselas de los años cuarenta. Mediante la forma de un “conte cruel”, la autora transforma la figura de la abuela en una especie de bruja feroz y va desplegando una genealogía de maltrato, silencios y afectos torcidos que, pese a todo, no anulan la capacidad de amar.​

El libro funciona como contracara de Premier sang y de Psychopompe: si aquellos estaban consagrados al padre, este es claramente el “libro de la madre”, un homenaje póstumo que mezcla ficción y memoria. El tono alterna crueldad y ternura: a la dureza del crecimiento de Adrienne se opone la obstinada fórmula de optimismo que da título al volumen, convertida en gesto de resistencia íntima frente al daño.​
Adrienne niña, su madre Astrid y la abuela-sorcière forman un triángulo en el que cada figura resulta progresivamente despojada de maniqueísmo, mostrando tanto su capacidad de destrucción como atisbos de fragilidad y apego, incluso a través de detalles excéntricos como el amor exclusivo por los gatos. La prosa de Nothomb, afilada y ligera, encadena escenas de maltrato doméstico con momentos de gracia, humor negro y camaradería, apoyándose en una gran economía de medios para intensificar el impacto emocional.​
Se lee como el cierre de un tríptico autobiográfico y como una poderosa carta de amor tardía a la madre, en la que la autora asume la primera persona en las últimas páginas para afrontar el duelo con una sinceridad sin adornos. El resultado es una obra íntima y vibrante, donde la literatura sirve a la vez de distancia y de excavación del recuerdo, capaz de convertir una infancia herida en un relato de resistencia y de luz paradójica.
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Bruxelles, 1942. Pour éviter les risques de bombardements, Adrienne, 4 ans, est confiée durant deux mois à sa grand-mère maternelle, une femme méchante et acariâtre qui vit à Gand. Face à l'adversité, la petite fille adopte un comportement qui tient en deux mots magiques : tant mieux. Un roman à travers lequel la romancière évoque le lien singulier qui l'unissait à sa mère.

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