
He tenido temporadas de todos, unas que sólo leía de terror, otras policiaco, otras sobre persecuciones de criminales de la segunda guerra mundial, otras mujeres sudamericanas, otras japoneses, etc. Y esta novela corresponde al tema de persecuciones criminales y en España, muy bien. Me gusta que la protagonista este embarazadas, que tenga dudas sobre si vivir con el padre de la criatura, que le coga cariño a toda la gente mayor que aparece, en fin que me gusta. La historia está bien y el final muy acorde con todo el desarrollo de la trama. Seguiré atentamente a Clara Sánchez, para volver a leer algo suyo.
Sandra ha decidido retirarse a un pueblo de la costa levantina: ha dejado el trabajo y, embarazada, pasa los días intentando aplazar la decisión de qué hacer con su vida. En la playa conoce a un matrimonio de octogenarios noruegos que parecen la solución a los problemas de Sandra. Julián, un anciano que acaba de llegar de Argentina, superviviente del campo de exterminio de Mauthausen, sigue paso a paso las idas y venidas de los noruegos. Un día Julián aborda a Sandra y le revela detalles de un pasado que a Sandra sólo le suenan por alguna película o algún documental: horrores en blanco y negro que no tienen nada que ver con ella. Aunque el relato de Julián le parece a Sandra descabellado, empezará a mirar de una forma nueva a los amigos, las palabras y los silencios de la pareja de ancianos, sin darse cuenta de que el fin de su inocencia está poniendo su vida en peligro.
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