Esta novela dividida claramente en 2 partes, explica en la primera como viven en su cautiverio Jack y su madre, después que esta fuese secuestrada hace 7 años por un malvado hombre. Esta parte es muy agobiante y deja muy claro como es la vida en un pequeño zulo, la habitación del título, para una mujer de veintipico y su hijo de 5 años, que nunca ha salido al exterior. Y en la segunda parte se explica la liberación y todo lo que conlleva, esta parte está muy lograda y a pesar de que tendría que ser la parte feliz, la verdad es que es muy triste, por que volver a la vida del mundo real es muy complicado para alguien que lleva mucho tiempo secuestrada y para alguien que no ha conocido el mundo real.
Me ha gustado mucho a pesar de la angustia que me ha producido en algunos momentos, especialmente la parte de la habitación, donde ves que la supervivencia pasa por tener una cabeza muy muy centrada, para poder sobrevivir.
Esta historia me ha hecho pensar en la historia de Natascha Kampusch, la joven secuestrada en Austria y que estuvo encerrada más de 8 años.
Para Jack, un niño de cinco años, la Habitación es el mundo entero, el lugar donde nació, donde come, juega y aprende con su madre. Por la noche, Mamá lo pone a dormir en el Armario, por si viene el Viejo Nick. La Habitación es el hogar de Jack, mientras para su madre es el cubículo donde lleva siete años encerrada, secuestrada desde los diecinueve. Con gran tesón e ingenio, la joven ha creado en ese reducido espacio una vida para su hijo, y su amor por él es lo único que le permite soportar lo insoportable. Sin embargo, la curiosidad de Jack va en aumento, a la par que la desesperación de su madre, que sabe que la Habitación no podrá contener ambas cosas por mucho más tiempo
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