Siete casas vacías - Samantha Schweblin. Madrid: Páginas de Espuma, 2019. 123 p.
Cuentos de esta escritora argentina ambientados la mayoria en Buenos Aires, y que me ha servido para refrescar mi vocabulario argentino, donde una pileta es una piscina, una pollera una camiseta, y así unas cuantas cosas más.
Cuentos absurdos donde las protagonistas, casi todas mujeres, explican historias inquietantes que te dejan con muchas dudas, y el saber que ha pasado realmente. El cuento de la señora mayor que es la vecina de la madre en duelo es especialmente duro.
Me han sorprendido y me han gustado mucho.
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Las casas son siete, y están vacías. La narradora, según Rodrigo Fresán, es «una científica cuerda contemplando locos, o gente que está pensando seriamente en volverse loca». Y la cordura, como siempre, es superficial.
Samanta Schweblin nos arrastra hacia Siete casas vacías y, en torno a ellas, empuja a sus personajes a explorar terrores cotidianos, a diseccionar los miedos propios y ajenos, y a poner sobre la mesa los prejuicios de quienes, entre el extrañamiento y una «normalidad» enrarecida, contemplan a los demás y se contemplan.
La prosa afilada y precisa de Schweblin, su capacidad para crear atmósferas densas e inquietantes, y la estremecedora gama de sensaciones que recorren sus cuentos han hecho a este libro merecedor del IV Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero.
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Samanta Schweblin nació en 1978 en Buenos Aires, donde estudió cine y televisión. Sus primeros libros de cuentos El núcleo del disturbio y Pájaros en la boca obtuvieron entre otros los premios Fondo Nacional de las Artes y Casa de las Américas. Distancia de rescate, su primera novela, obtuvo el premio Tigre Juan y fue nominada al Man Booker Prize 2017. «La respiración cavernaria» es un relato incluido en su último libro Siete casas vacías, que obtuvo el premio Narrativa Breve Ribera del Duero en 2015, y está también publicado por Páginas de Espuma. Traducida a mas de veinticinco lenguas y becada por distintas instituciones, Samanta Schweblin ha vivido brevemente en México, Italia y China; y reside desde hace cinco años en Berlín, donde escribe y dicta talleres literarios.