Marino está cansado, Benton está cansado, Lucy está cansada, Rose ha muerto y Scarpetta está cansada, están todos tan cansados, que la novela te cansa. Tantas disfrutando para acabar así todos cansados, sin futuro, cansados de la vida, del pasado, del futuro. Tengo y he leído todas las novelas de Cornwell y esta me ha supuesto una gran decepción. La traducción mala y la estructura de la novela lenta, previsible (atención spoiler: el malo es ascendencia látina), en fin un horror, quizás la última de la Cornwell que me tomo la molestia de leer.
Kay Scarpetta abandona su consulta privada dedicada a la patología forense en Charleston y acepta una misión en Nueva York, donde la policía la ha requerido en el hospital penal psiquiátrico para que examine a un herido. El paciente, Oscar Bane, aquejado de enanismo, se niega a ser reconocido por ningún otro médico. Cuando Kay comienza a examinarlo, Bane le cuenta una historia absolutamente rocambolesca. ¿Acaso Bane es un acosador obsesionado con Scarpetta? ¿O quizá su relato paranóico es verdad, y es él quien es espiado, perseguido y acosado por el verdadero asesino? Lo único que Scarpetta sabe con certeza es que una mujer ha sido torturada y asesinada... y que a esta muerte violenta le seguirán otras. Poco a poco, emerge una inexplicable y horrible verdad: quienquiera que esté cometiendo los crímenes sabe en todo momento dónde está su presa. ¿Es una persona, un gobierno? ¿Y cuál es la conexión entre las víctimas?
En los días siguientes, Scarpetta, su marido el psicólogo forense Benton Wesley y su sobrina Lucy, que recientemente ha montado su propia empresa de investigación forense informatizada en Nueva York, emprenderán una angustiosa persecución a través del ciberespacio y las calles de la ciudad, una odisea que los conducirá a lugares desconocidos y a otros demasiado familiares.
A lo largo de toda la novela, Cornwell proporciona giros inesperados y el tipo de tecnología punta que sólo ella sabe ofrecer. Una vez más, demuestra su excepcional capacidad para entretener y fascinar al lector.
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