La lectura de los libros de Javier Marías siempre son un fuente de inspiración, ya que surgen mil pensamientos relacionados con sus textos. En este caso, a mí me ha hecho pensar en la amistad, y en lo vacuo del mundo. Y como resultado limpieza de las "amistades" del Facebook, que sentido tiene tener a la compañera de trabajo de mi hermana, una chica excelente pero con la que no tengo contacto, o los compañeros de estudios de la EGB, personas con las que no he tenido contacto en los últimos 30 años y no me ha supuesto ninguna pérdida o ahora recuperandolos una gran alegría, o los compañeros del anterior trabajo, que cuando pudieron apoyarme moralmente no lo hicieron, o los compañeros de estudios del bachillerato. En definitiva he eliminado a un montón de personas como amistades, basandome en dos premisas, personas con las que no interactuo por teléfono o correo electrónico o en persona, y a las silenciosas, por que como decía ayer un artículo de Francesc Miralles:
"Se puede tener la capacidad de soportar a alguien tan negativo que nadie quiere estar a su lado, y tener dificultades, en cambio, para relacionase con una persona que no suele abrir boca".
Relacionarse con personas silenciosas cada vez me resulta más díficil, y especialmente en el Facebook, con lo cual las he eliminado a la "mayoría silenciosa", esa mayoría que nunca te pone un "me gusta" o no hace ningun comentario.
"Se puede tener la capacidad de soportar a alguien tan negativo que nadie quiere estar a su lado, y tener dificultades, en cambio, para relacionase con una persona que no suele abrir boca".
Relacionarse con personas silenciosas cada vez me resulta más díficil, y especialmente en el Facebook, con lo cual las he eliminado a la "mayoría silenciosa", esa mayoría que nunca te pone un "me gusta" o no hace ningun comentario.
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