Ayer conseguí leer el diario del domingo, no está mal, más vale tarde que núnca, hay que reconocer que algunos artículos no pasan de moda, y leer con calma el diario es un pequeño placer. Y obviamente leí con detenimiento el artículo de mi adorada Elvira Lindo "Lo que más nos importa", el primer parrafo del cual me gusto mucho:
Me une al escritor Vicente Molina Foix una amistad de pocos pero jugosos encuentros. Para mí, que casi no frecuento los ambientes literarios, es alguien apreciado con quien mantengo una afectuosa distancia. A estas alturas tiendo a pensar que de esta forma las relaciones aguantan más el desgaste del tiempo. No es infrecuente que las amistades se trunquen por una intensidad peligrosa. Y aunque pueda parecer triste renunciar a esa idea juvenil de que la amistad se mide por el tiempo dedicado a ella y el número de secretos intercambiados, la experiencia me dice que es prudente respetar a quien se quiere más que abrumarlo.
Haré caso de Elvira Lindo
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