Me gusta mucho Nick Hornby, de hecho tuve la suerte de verlo en la presentación de un libro suyo hace cosa de 10 años, ahora no recuerdo el título. Esta nueva obra suya no me ha acabado de convencer quizás por que no comulgo con los personajes,especialmente Annie la inglesa y Duncan que me han parecido muy lejanos y especialmente inmaduros, como la mayoría de personajes de Hornby. La historia de Tucker Crowe es la más creíble, especialmente conociendo la trayectoria de gustos musicales de Nick Hornby.
Annie y Duncan están cerca de la cuarentena y son una pareja de hecho desde hace quince años. Viven en una pequeña ciudad de la costa de Inglaterra, un lugar gris donde antes veraneaba la clase obrera. Ambos son funcionarios, llevan una vida tranquila de pequeños placeres, y parecen hechos el uno para el otro. Pero están en la frontera de la temida adultez, y a Annie le inquieta ese paso del tiempo sin pasión ni emoción en el que parecen hundidos, la juventud que se acaba sin propuestas de futuro, y sobre todo, sin hijos. Porque toda la pasión de Duncan se concentra en Tucker Crowe, un músico americano que tras un espléndido álbum, Juliet, desapareció para siempre y vive recluido no se sabe dónde. Pero Annie, Duncan y el reaparecido Tucker comienzan a cruzarse por los caminos de internet, y también a encontrarse en la realidad más real, descubriendo que la vida nos da sorpresas y que todo, aun en el límite de la madurez, puede cambiar. «Nada más y nada menos que una novela sobre el despertar de sentimientos dormidos, sobre vidas pequeñas que crecen, y el papel que el arte juega en este proceso. Sutil, aguda, deliciosamente cómica, realmente conmovedora» (Laurence Phelan, The Independent); «Una obra divertida y conmovedora sobre rupturas y renacimientos» (Alexandre Fillon, Livres Hebdo).
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