Un ensayo/libro de autoayuda donde una especialista en limpieza nos explica como al limpiar la casa podemos limpiar nuestra alma, todo con casos prácticos, todos muy américanos ellos. Al principio, te lo lees con cierto interés, a partir de cierto momento con una cierta sorna, y es que algunos ejemplos son un tanto inverosímiles.
En fin, que de aquellas lecturas que no te aportan demasiado, y que te anima a... limpiar la casa.
Nuestro hogar no es sólo el lugar físico en el que comemos y dormimos. En él esperamos encontrar la paz y reponernos del día a día, en él esperamos encontrar el espacio vital que nos permitirá descansar nuestra mente, pasar ratos íntimos, albergar celosamente nuestros recuerdos más queridos. nuestro hogar es, en definitiva, una manifestación externa de nuestra alma de modo que cada una de sus estancias y cada uno de sus rincones representa un aspecto de nuestra vida, de nuestro modo de ser; en él, en nuestro hogar, se reflejan como en un espejo, nuestro pasado, vivimos nuestro presente y preparamos nuestro futuro. Hacer que nuestro hogar sea un lugar sano es, pues, de vital importancia para sanarnos a nosotros mismos, para lograr el equilibrio y el entendimiento entre la mente y el cuerpo. Un hogar sano nos ayudará a crecer espiritualmente, a ser personas sanas y felices. Lo importante no es que tu hogar siga este o aquel estilo. Lo importante radica en que tu hogar sea realmente un lugar sagrado, un lugar dulce y cómodo que te invite a crecer y a armonizar tu ser en su totalidad. «Sabemos que nuestro mundo exterior es un espejo de nuestro mundo interior. La limpieza espiritual del hogar nos ofrece un mapa útil para sanarnos a nosotros mismos a muchos niveles mientras convertimos nuestro hogar en un lugar más bello en el que vivir.»
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