Esta obra, que no novela, sobre la historia de Cataluña despúes de 1936 y teniendo como base los vencedores de la Guerra Civil Española (GCE), pues catalanes que lucharon al lado y a favor de Franco los hubo (aunque ahora parezca que no), es una recopilación de historias sobre personajes como Juanito Oliva, Santiago Salvatierra,etc.. que son el hilo argumental para explicar las visitas de Franco a Barcelona, donde le hacen decir que la ciudad de España que más le gustaba y donde más cómodo se sentia, era Barcelona. Cada relato es independiente y eso hace que el hilo conductor a veces sea muy débil. Hay un par de relatos que me han gustado mucho como el de la falsa ucronia, donde Alemania e Italia ganaron la guerra y España está en el carro de los vencedores, y otros que me han sorprendido negativamente por su escatología como la historia de aquel que bebía orines, y que he preferido ni recordar el nombre.
El sainete final con Adolfo Suárez y otros personajes de la transición como protagonistas me ha cansado mucho y no pude con él.
Una obra curiosa para ver como se desmitifica la historia de la transición española desde el punto de vista de un catalán de origen charnego (Inmigrante de una región española de habla no catalana, según Wikipedia), creo que es importante añadir este dato ya que identifica al autor, y lo hace único en este mundo literario barcelonés.
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El miserable Juanito Oliva, el siniestro Santiago Salvatierra, el cura Leopoldo Roca, la médium Ramona Codolls, el pragmático José Batiste, el sórdido Jaime Casellas, el novillero Alfonso Matagalls..., y otros más, forman un heterogéneo grupo de catalanes que se conocen en el ejército de Franco durante la guerra civil. Al volver a Barcelona, tras la caída de la ciudad, las peripecias de cada uno se cruzan en una trama agriay sarcástica a través de la cual se muestra cómo cambia la sociedad a lo largo de los últimos 75 años. También evolucionan los protagonistas del libro, y algunos se verán convertidos en símbolos universales. Catalanes todos recorre varios momentos de la dictadura en Barcelona, de la transición y de las manifestaciones históricas reclamando el Estatut o la independencia. Pero lo hace empleando el humor más mordaz y los tipos más representativos, las escenas más descacharrantes, pero con certeras cargas críticas de profundidad. Las crónicas de alta sociedad, las visitas de Franco, los negocios de unos y las penurias de otros, desfilan en la novela para entender la vida real de una ciudad muy distinta a como algunos quisieran recordar.
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