La Forastera - Olga Merino. Barcelona: Alfaguara, 2020. 233 p.
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Desde que Ángela (Angie) regresa a la aldea de Las Breñas y se instala en la casa familiar de El Hachuelo, su vida se convierte en un canto a la resistencia. Tras una juventud turbulenta en Londres, marcada por su relación con Nigel, un pintor que se suicidó, vuelve al sur de España buscando respuestas y escape. Lo que encuentra es soledad, secretos y un entorno hostil que remueve cenizas antiguas.
La novela comienza de forma abrupta con el hallazgo de un terrateniente ahorcado. Este suceso sacude la aparente calma del lugar e impulsa a Ángela a desenterrar verdades sobre su linaje, sobre pasiones ocultas entre criadas y señoritos, muertes familiares y enemistades cargadas de historia. La historia se entrelaza con la memoria de su abuelo, amante secreto de Emeteria, quien tampoco sobrevivió. La protagonista se ve arrastrada a investigar a fondo, armada con sus perros y su obstinación.
Merino escribe en primera persona con un lenguaje contundente, oscuro en ocasiones, donde cada palabra parece arrancada al campo agreste de Andalucía. Un estilo áspero, poético y directo que marca el ritmo: lento en emociones, pero creciente en intriga y tensión. La novela funciona como un western rural, de tierra seca, vientos que azotan cuerpos y secretos que arden, situado en la España vaciada.
Temas como la despoblación, el abuso de poder en entornos rurales, el desarraigo y la memoria histórica se entretejen con intensidad emocional. La atmósfera está cargada de simbolismo: perros leales, nogales venenosos, casas desvencijadas, un pueblo murmurante. Angie no busca romanticismo; busca justicia, verdad y pertenencia.
Varios premios avalan la calidad de la novela: ha sido recogida entre los mejores libros de 2020 por Forbes, El País y El Periódico, además de haber obtenido el Premio de la Real Academia Española de Creación Literaria en 2022.
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