Me gusta mucho Nick Hornby, pero está novela es de las flojas, aunque para concienciar a los jovenes de la utilización de sistemas anticonceptivos no está nada mal.
Sam está a punto de cumplir los dieciséis años y su pasión es el skate. Vive en el norte de Londres con su madre, una joven divorciada. A pesar de los temores de la adolescencia, a Sam las cosas no le van del todo mal. Ha superado el período de la separación de sus padres y los problemas con las odiadas matemáticas. Y ha conocido a Alicia, se han enamorado, y están en los eufóricos días del primer amor y de la primera vez. Pero, a pesar de tanta excitación, el chico no se siente muy optimista. En su familia siempre tropezaron con el primer peldaño, y a veces ni siquiera encontraron la escalera, entre los suyos parece haber un gen que les impide cumplir los sueños de ascender en la escala social. Y Sam se enterará de lo que todo el mundo sabe, que lo que más secretamente tememos siempre sucede. O sea que tendrá que vérselas con una iniciación a la vida muy movida. Y unos cuantos peldaños con los que tropezar... «Encantadora, conmovedora, irónica y divertida» (David Sexton, Evening Standard)
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