Aprovechando la celebración de santos y aniversarios de boda y para celebrarlo mi Santo quiso ir a ver la obra de teatro de Sócrates: juicio y muerte de un ciudadano que representan en el Teatre Romea de la calle Hospital. Me avergüenza decir que habiendo pasado infinidades de veces por delante, nunca había entrado. Es un teatro pequeño pero que tiene su encanto, con ese techo de artesanado tan bonito. Tuvimos la suerte de comprar las entradas en primera fila de anfiteatro y sin nadie delante vimos la obra estupendamente, además los asientos están bien, no son excesivamente incomodos y se aguanta bien la hora y media. El único detalle abusivo y que viene siendo habitual en cines y teatros es el precio de los productos de sus cafeterias, 2,5€ por una Coca-Cola me parece excesivo.
La obra explica el juicio y la muerte de Sócrates, un filósofo griego, del que no ha quedado nada suyo escrito, todo lo sabemos a través de sus discipulos como Platón. Y en esta obra se habla sobre la democracia, la justicia, la corrupción, la ignorancia, la sabiduria, temas que siendo de candente actualidad, mal que nos pese.
Una buena obra para reflexionar.
Sócrates, juicio y muerte de un ciudadano
hasta el 2 de agosto de 2015
AUTORES: Mario Gas y Alberto Iglesias
DIRECCIÓN: Mario Gas
Sinopsis
Además de ser uno de los pensadores más conocidos de la antigua Atenas y maestro de Platón, Sócrates está considerado el padre del pensamiento occidental. Él, un sabio que no quiso escribir sus pensamientos porque consideraba que todo el mundo debía desarrollar los suyos, fue el autor de aquella irónica expresión con que la Humanidad reconoce hoy su ignorancia: Sólo sé que no sé nada. Sócrates que será juzgado y condenado por sus conciudadanos tras haber denunciado la corrupción en Atenas y haber advertido sobre el papel supersticioso y manipulador de la religión oficial. Acusado de despreciar a los dioses y corromper a la juventud, se negó a huir, como le proponían sus discípulos, cuandofue condenado a ingerir una copa de cicuta. Y su muerte acabó convertida en una de las más famosas de la historia.
Duración: 1 hora y 30 minutos
Mario Gas escribe sobre el pensador ateniense.
No cabe la menor duda de que Sócrates es una figura fundamental del pensamiento occidental. Su aura sigue proyectándose a través del tiempo hasta nuestros días. Su búsqueda de la verdad, su indagación, mediante el diálogo, sobre la moral, la honestidad, la justicia, el conocimiento del hombre- dando por supuesto que el inicio es siempre una pregunta que incide en el no conocimiento-, le convierten en un ser singular y por supuesto, en un ser peligroso para cualquier tipo de hipocresía, ya sea individual, colectiva, o incluso estatal y… democrática.
Es esa condición insobornable lo que le lleva -tras una larvada inquina incubada durante más de veinte años- a ser acusado por seres insidiosos cercanos al poder, de perversor de la juventud y negador de los dioses oficiales. El resultado, avalado por parte de la ciudadanía, no puede ser más terrible e injusto: la ingesta de la cicuta que le producirá la muerte.
AUTORES: Mario Gas y Alberto Iglesias
DIRECCIÓN: Mario Gas
REPARTO:
José María Pou
Borja Espinosa
Carles Canut
Guillem Motos
Amparo Pamplona
Ramon Pujol
Pep Molina
ESCENOGRAFÍA: Paco Azorín
VESTUARIO: Antonio Belart
COPRODUCCIÓN: Teatre Romea, Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y Grec 2015 Festival de Barcelona
Además de ser uno de los pensadores más conocidos de la antigua Atenas y maestro de Platón, Sócrates está considerado el padre del pensamiento occidental. Él, un sabio que no quiso escribir sus pensamientos porque consideraba que todo el mundo debía desarrollar los suyos, fue el autor de aquella irónica expresión con que la Humanidad reconoce hoy su ignorancia: Sólo sé que no sé nada. Sócrates que será juzgado y condenado por sus conciudadanos tras haber denunciado la corrupción en Atenas y haber advertido sobre el papel supersticioso y manipulador de la religión oficial. Acusado de despreciar a los dioses y corromper a la juventud, se negó a huir, como le proponían sus discípulos, cuandofue condenado a ingerir una copa de cicuta. Y su muerte acabó convertida en una de las más famosas de la historia.
Duración: 1 hora y 30 minutos
Mario Gas escribe sobre el pensador ateniense.
No cabe la menor duda de que Sócrates es una figura fundamental del pensamiento occidental. Su aura sigue proyectándose a través del tiempo hasta nuestros días. Su búsqueda de la verdad, su indagación, mediante el diálogo, sobre la moral, la honestidad, la justicia, el conocimiento del hombre- dando por supuesto que el inicio es siempre una pregunta que incide en el no conocimiento-, le convierten en un ser singular y por supuesto, en un ser peligroso para cualquier tipo de hipocresía, ya sea individual, colectiva, o incluso estatal y… democrática.
Es esa condición insobornable lo que le lleva -tras una larvada inquina incubada durante más de veinte años- a ser acusado por seres insidiosos cercanos al poder, de perversor de la juventud y negador de los dioses oficiales. El resultado, avalado por parte de la ciudadanía, no puede ser más terrible e injusto: la ingesta de la cicuta que le producirá la muerte.
AUTORES: Mario Gas y Alberto Iglesias
DIRECCIÓN: Mario Gas
REPARTO:
José María Pou
Borja Espinosa
Carles Canut
Guillem Motos
Amparo Pamplona
Ramon Pujol
Pep Molina
ESCENOGRAFÍA: Paco Azorín
VESTUARIO: Antonio Belart
COPRODUCCIÓN: Teatre Romea, Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y Grec 2015 Festival de Barcelona
COLABORACIÓN: Teatre-Auditori. Sant Cugat
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