Leí la reseña posterior de la cubierta y me gusto.
La novela explica la vida de la protagonista y de su madre, de manera muy fragmentaria, y a través de anécdotas, con lo que se consigue entrever tanto la vida de los abuelos, de la hija y de la nieta, la que habla, la que piensa y la que dialoga con nosotros y nos explica la vida de unas personas en una gran ciudad en la España del último siglo.
Me ha gustado por qué me gustan estas historias un tanto íntimas que explican la vida de personas anónimas de aquí, desde un punto de vista muy femenimo, me recuerda a Almudena Grandes, o Soledad Puertolas, escritoras de las que soy fan incondicional.
Qué nos quedará una vez olvidemos todo, unos objetos inservibles, unas cuantas fotos, para que acumular dinero, objetos, si luego irremediablemente todo lo tirarán nuestros "herederos".
Uno de los momentos más duros de mi vida, fue vaciar la parte de mi madre de la habitación de mis padres, y de los tres hermanos yo fui la única que tuve el valor de hacerlo, deje a mi hijo de 2 años con su padre, y me fui un sábado temprano a ayudar a mi padre, vaciamos cajones, armarios y silenciosamente fuimos bajando bolsa, tras bolsa a un contenedor de basura, dejando las bolsas fueras por si alguién quería llevarselas. Vi pasar parte de mi vida: blusas, faldas, vestidos, zapatos, poca cosa dejamos, pero en cada bolsa se iba una parte de mi infancia, de mi adolescencia. Mi padre quedó destrozado, yo sin habla, para que acumular tanto. Ahora al escribir esto tengo un nudo en la garganta.
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«Muchas tardes vengo aquí, traspaso la cancela, atravieso el pequeño jardín y entro en el edificio de la residencia donde ahora vive mi madre, esa mujer que ya no recuerda que soy su hija. Suele alegrarse de verme: intuye que soy alguien querido, aunque no sepa con certeza quién. Me ha olvidado a mí, como ha olvidado la mayor parte de su propia vida.
Parece ensimismada. Podría pensarse que cualquier comunicación es imposible. Pero en estas tardes en que nos sentamos juntas se ha ido desarrollando entre nosotras una nueva relación, otra forma de comunicarnos. Su sinrazón nos ha abierto la puerta a una vida nueva. En medio de su desmemoria, afloran fugazmente nombres antiguos, palabras que atraen la evocación de cosas que nos sucedieron, recuerdos compartidos. Y esas pequeñas ráfagas del pasado hacen que yo misma recupere muchas cosas que había olvidado.
Nos une lo que olvidamos, porque su falta de memoria estimula mi memoria, me hace bucear en mi pasado y recobrar vivencias perdidas.
Gracias a esta mujer que apenas recuerda nada de su vida empiezo a reconstruir mi historia y la de un país que ya no existe: el nuestro, hace unos años.»
Con mirada atenta y sutil, con una emotividad desprovista de afectaciones, Paloma Díaz-Mas indaga en el cruce entre dos relatos, dos pasados (el familiar y el colectivo, el político y el personal), que persigue encarnados en objetos, historias, recuerdos. Ante la doliente constatación de la caducidad de la memoria, Lo que olvidamos –honesta y veraz, intimista, absorbente– exhibe su voluntad de restaurarla, de reevaluarla y restituirla, y lo hace con talento, energía y solidez, confirmando las entusiastas valoraciones de que ha sido objeto la trayectoria de Paloma Díaz-Mas hasta ahora: «Díaz-Mas es una escritora extraordinaria, leerla siempre es un placer» (Adolfo García Ortega, El Norte de Castilla); «En Paloma Díaz-Mas sería impensable un libro sin riqueza conceptual y elegancia estilística; es decir, pensado para todos los que aman la literatura» (Leer); «Abre nuevos terrenos en cada obra» (William R. Risley, World Literature Today); «Verdadero dominio del arte de contar» (Iñaki Ezquerra, El Correo Español).
«Desde la primera frase hasta la última, en Lo que olvidamos somos los ojos, la voz y el dolor de una hija ante el derrumbe interior de su madre… Escalón a escalón bajamos a un infierno sin épica ni esperanza. Tan aterrador como tierno, compasivo, cálido, brutal… Un libro breve pero de una intensidad tremenda. Escrito sin concesiones, emotivo en la ternura y en la caricia dada sin trascendencia… La mirada del artista que da vida a la fachada de una casa derrumbada por dentro».( Carlos Zanon, Babelia, El País).
«Díaz-Mas da altura creativa a una materia sucinta detrás de la cual también reconocemos una novela de aprendizaje de la vida. Lo que olvidamos es narración cordial e intensa, despojada de artificios inútiles, amena y emocionante» (Santos Sanz Villanueva, El Cultural, El Mundo).
«Enfrentada al hundimiento de su madre dentro de si misma, la narradora es lanzada al pasado de sus recuerdos para descubrir que también su memoria ha borrado y transfigurado y que todos somos no solo lo que retenemos, sino también lo que ya no recordamos. Un libro impresionante e inolvidable» (Domingo Ródenas, El Periódico).
Hola guapa!!
ResponderEliminarMe gusta saber de autores y obras nuevas, estar informada, así que gracias por compartir.
Besos 🐝🐝🐝