viernes, 9 de junio de 2017

Leído: No importa de Agota Kristof

No importa - Agota Kristof. Barcelona: El Aleph, 2008. 101 p.

Sigo leyendo la obra de Agota Kristof, en este caso unos cuentos, la maoyoria muy breves y que explican diferentes aspectos de la vida de personas, y se sobreentiende que el telón de fondo es la Hungria de la joventud de la escritora, la Hungria comunista. Y habla de diferentes aspectos de la vida, de la soledad, del desamor, y de los recuerdos de su infancia que pone en boca de sus personajes, y cómo todos estos temas son universales como el de la barbacoa que en teoría "prepara" el marido y quién acaba trabajando es la mujer, o el del hombre que se quiere ir a vivir a campo e ironias de la vida la ciudad le acompaña y este sueño se corrompe. En cambio hay otros cuentos que no me han gustado, quizás por ser más oníricos y no acabar de encontrarle el sentido, pero en general me han gustado.
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Cuentos:
  • El hacha
  • Un tren hacia el Norte
  • Mi casa
  • El canal
  • La muerte de un obrero
  • Dejo de comer
  • Los profesores
  • El escritor
  • El niño
  • La casa
  • Hermana Line, hermano Lanoé
  • No importa
  • El buzon
  • Los números incorrectos
  • El campo
  • Las calles
  • La gran rueda
  • El ladrón
  • La madre
  • La invitacion
  • La venganza
  • De una ciudad
  • El producto
  • Pienso
  • Mi padre
  • ¿Dónde estás, Mathias?
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Los relatos de la autora de la célebre novela Claus y Lucas. 
Un hombre se convierte en estatua en el momento en el que abraza a su perro por última vez. Una mujer explica a su doctor que no entiende cómo su marido ha podido hender un hacha sobre su cráneo al tumbarse en la cama. Un niño, acompañado de un puma pasea a lo largo de un canal donde se cruzará con su padre en un encuentro crucial. Este padre, que en un último relato, –el más autobiográfico sin duda alguna–, no se ha paseado jamás de la mano de su hija y está viviendo sus últimos días en una horrible ciudad industrial que jamás le ha gustado. Kristof ha escrito estos relatos, que transmiten una atmósfera extraña y perturbadora, a lo largo de los años desde su exilio en Suiza en 1956

1 comentario:

  1. Relatista y cuentista de nacimiento no puedo negarme a leer este libro, es una caja de bombones surtidos.

    Un besito.

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