lunes, 4 de enero de 2016

Leído: Las astillas de Yavé de Rodolfo Martínez

Rodolfo Martínez, Las astillas de Yavé. Barcelona: Fatascy, 2014. 459 p.

La novela explica como V.(Viola) una detective mujer afronta una investigación solicitada por un cura jesuita y en la que acaba descubriendo la verdad de la religión judía y por añadidura de la católica. La verdad es que la teoría se las trae, y me ha gustado especialmente, por qué la he encontrado super original, ya que nunca la había oído/leído.
La historia está explicada en capítulos cortos, que tienen siempre un parrafo que explica o introduce lo que pasará finalmente, y que al principio no entiendes, pero luego te da pistas de lo que está pasando.
Los personajes, especialmente, el de V., me han gustado, Y el ambientarla en una ciudad española, Gijón (a pesar de que no se mencione el nombre) también está muy bien, a pesar de que yo no conozca la ciudad.
Una novela entretenida, que recomiendo a quien le guste el tema policiaco/religioso.
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Viola Mercante, “Uve”, antigua policía y ahora detective privada; seductora, bisexual y deslenguada. El padre Tomás Ardente, jesuita joven y atractivo que trabaja en la parroquia de San Andrés, un barrio pobre que es un reducto de la inmigración latinoamericana y de la violencia. La vida de ambos se cruzará cuando el padre Ardente le encargue a Uve investigar la Iglesia del Dios Primigenio, una secta de origen estadounidense, no especialmente proselitista y en apariencia inofensiva, que ha levantado sus sospechas por dos motivos: apenas hay referencias sobre ella en ninguna parte y, desde su llegada al barrio, la criminalidad ha descendido de manera sorprendente.

Uve moviliza a su ex novio y, sin embargo, mejor amigo, un friqui entrado en la cuarentena y genio de la informática, quien le confirma que apenas hay datos de esta iglesia. Sus otras fuentes, el policía Morales y Alberto el Retrepao (un personaje casi marginal y su contacto en la calle), le corroboran con su poca información lo que cada vez resulta más evidente: están sucediendo cosas muy extrañas… La ciudad, y en concreto la población del barrio, está como apática y sumisa. Todo ello parece relacionado, además, con unas pequeñas muñecas protectoras que venden los artesanos andinos en los puestos ambulantes.

Y así, poco a poco, sin apenas darse cuenta, Uve va cayendo en lo que parece una trampa urdida desde los más altos estamentos eclesiásticos que pondrá en peligro, no sólo sus vidas, sino todo lo que nos habían contado.

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