Una historia de fantasmas ambientada en Francia en el período de entreguerras, y que tiene como protagonista un joven inglés y una joven cátara. La autora consigue mezclar la historia del joven inglés, Freddie Watson, deprimido y angustiado por la muerte de su hermanos en la 1GM, y la del pueblo cátaro, exterminado en una cruzada efectuada por la Iglesia Católica hace 700 años, creando una historia de amor entre Freddie y Fabrissa, una fantasma, que hace revivir a Freddie y consigue sacarlo de su letargo depresivo. Me ha hecho gracia esta historia, por conseguir mezclar dos historias tan diferentes, y que no quede mal.
Al final del libro hay una historia suplementaria que habla de las experiencias del padre de Freddie en su estancia en Francia, y explica sus intenciones de futuro y de como serán sus hijos, y lo que espera de ellos, y después de leer la historia anterior, te esclarece algunos de los aspectos de la relación entre padre e hijo, después del fallecimiento del hermano en la guerra.
Una historia diferente que se lee muy rapidamente y que entretiene.
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Corre el año 1928. Freddie Watson todavía lamenta la pérdida de su hermano, el cual falleció en la Gran Guerra. Mientras Freddie se adentra con su coche entre las montañas de los Pirineos franceses, sufre un accidente provocado por una fuerte tormenta de nieve. Freddie se refugia en un cercano pueblo abandonado, donde se en cuentra con una hermosa y cautivadora mujer. Se pasan toda la noche charlando animadamente de amor, de pérdidas y de la guerra. Pero cuando amanece, Fabrissa ha desaparecido y Freddie se da cuenta de que porta una llave que abre un antiguo misterio que le arrastrará a la profundidad de las montañas, a una cueva en la que ese misterio ha permanecido oculto durante 700 años…Los fantasmas del invierno es la historia de dos vidas unidas por la tragedia y redimidas por el amor
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