El cartero de los haikus - Denis Thériault. Barcelona: Umbriel, 2016. 157 p.
Una novela poética que habla de un tiempo pretérito donde había carteros que llevaban cartas y en estas cartas había haikus, esos pequeños poemas japoneses que expresan pequeñas emociones.
Una historia inocente, tierna sobre el amor, y la poesía.
Se lee en una tarde y te quedas con un gran sonrisa en la boca, y con la mente en movimiento pensando en el concepto del eterno retorno, todo vuelve, todo.
Una delicia.
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Una novela original y poética, tanto por la prosa como por los haikus que contiene, con una trama muy bien hilada.
o Una historia breve, que engancha y se lee en un suspiro, y con un final redondo que te acompaña días después de haberla leído.
Hace cinco años que Bilodo es el cartero de una pequeña ciudad de Canadá y solo ha faltado una vez a su trabajo para asistir al entierro de sus padres, muertos en un accidente de funicular…
Y es que Bilodo es un hombre peculiar con algunas manías: cuenta los peldaños que sube a diario, que suman un millar y medio, y cree que, si subir escaleras fuese una modalidad olímpica, tendría la posibilidad de ocupar el podium. También es aficionado a la caligrafía y tiene una afición secreta: leer la correspondencia íntima que reparte como cartero.
Todas las noches, Bilodo abre las cartas con vapor, las copia y las clasifica por su contenido. De manera que el destinatario recibe el original con un día de retraso. Así fue cómo conoció a Ségolène. Una joven y guapa maestra que envía mensajes cortos a un tal Grandpré, un hombre barbudo y desmelenado al que Bilodo siempre ve ataviado con un kimono rojo.
Los mensajes cortos de Ségolène, siempre de tres líneas, fascinan a Bilodo, sobre todo cuando se entera de que son haikus.
Este me parece divino, pero divino, no me puedo resistir a estas novelas, además, los haikus me se dan de vicio, jejeje.
ResponderEliminarUn besito cielo.