En el club de lectura feminista que estoy apuntada hace un par de meses se leyó esta obra de 1915 y desgraciadamente continua estando tan vigente como hace un siglo. En esta obra, Charlotte Perkins Gilman explica la visita de 3 hombres a una sociedad utópica en la que sólo hay mujeres y que ha vivido aislada del resto del mundo durante 2000 años. Es una especie de versión de Las minas del rey Salomón o El mundo perdido, pero con un mundo donde sólo hay mujeres y no hay ningún hombre. Y a través del relato del protagonista conocemos una sociedad donde ha mandado la mujer y ello conlleva una sociedad más justa, más igualitaria y obviamente mucho mejor que la nuestra (da igual, la de hace un siglo o la de ahora), aspectos que no gusta a uno de los acompañantes del protagonista, que constantemente ataca y crítica todos los aspectos de esta sociedad. En cambio, el protagonista está encantado con todos las cosas que va conociendo, y eso hace que sea el gran defensor de este mundo.
La autora de la novela plantea una sociedad donde sólo viven mujeres y eso hace que la sociedad sea mejor, ya que plantea que todos los males de este mundo es gracias a los hombres y su testosterona, e indica con paralelismos constantes como tendría que ser una sociedad ideal, donde todas las personas, independientemente de su género, fuésemos iguales.
Al gustarme mucho las utopías/ucronías/distopias, etc, he disfrutado mucho con esta novela de corte tan feminista. Ahh, por cierto, el estudio preliminar de Ramón Cotarelo García muy muy interesante.
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Relato de una sociedad utópica en la que sólo existen mujeres, quienes gobiernan una sociedad ordenada y pacífica sin varones desde hace dos mil años. Su apacible vida se ve alterada por la expedición de tres hombres de muy diferente carácter: un romántico soñador; un orgulloso joven adinerado, acostumbrado a dominar a las mujeres, y el narrador, abierto a comprender el nuevo mundo por descubrir.
Títol original Herland. Castellà
ISBN 9788446045335
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