A ver la reseña de la película no tenía mala pinta, pero sólo hay un problema que no hay guión, ninguno y claro naufraga por todos los sitios. Y otro aliciente era ver a Raoul Bova, ese actor tan guapo, pero en fin que los años no pasan en vano y junto con una amiga nos pasamos toda la película diciendo "Qué mal está el Bova", hasta que mi santo se harto y dijo que pobre hombre, a todos nos pasa.
Hace veinte años que Giorgio, Lorenzo, Piero, Luisa, Virgilio y Francesca fueron compañeros de colegio y también amigos. Ahora volverán a serlo, al menos por unos días: el ministerio ha anulado su examen de selectividad ("maturità" en italiano) y deben repetirlo. (FILMAFFINITY)
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