Los nombres epicenos- Amélie Nothomb. Madrid: Anagrama, 2020. 128 p.
Un cuento cruel, siguiendo la tendencia de sus últimas obras, donde se explica historias como si fueran cuentos. Con su habitual estilo fluido aquí Nothomb nos explica la historia de Épicène, la hija de Claude y Dominique que acaba llevando a cabo una venganza que empezo a fraguar con 11 años.
A mi lo que me ha inquietado mucho ha sido la portada, con esa imagen de Nothomb y ese cuervo con las alas desplegadas, supongo que haciendo referencia al tema de "cria cuervos y te sacaran los ojos"...
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Un suculento cuento cruel sobre amor, odio y venganza, protagonizado por una hija que jamás contó con el cariño de su padre.
Los nombres epicenos son aquellos que, como Claude o Dominique, pueden utilizarse tanto en masculino como en femenino. En esta historia Claude es él y Dominique ella. Él despliega un gran empeño en casarse con ella, y después pone todavía más tesón en dejarla embarazada, sometiéndola a una extenuante disciplina sexual. Al fin logra su objetivo y como resultado nace la hija de ambos, a la que le ponen el nombre de Épicène, tomado del título de una obra teatral de Ben Jonson –contemporáneo de Shakespeare– y que es también un nombre epiceno.
Sin embargo, en cuanto se produce el nacimiento del bebé la obsesión procreadora del padre se torna indiferencia absoluta hacia su hija, una niña inteligente que crece envuelta en el absoluto desinterés de su progenitor hacia ella. Entre tanto, Claude y Dominique se han instalado en París, y él, arrastrado por una ambición social que también forma parte de sus empeños obsesivos, convence a su mujer de entablar amistad con una pareja de la alta burguesía financiera formada por Reine y Jean-Louis, cuyas hijas van al colegio con Épicène. Una pareja con la que Claude tiene un secreto vínculo –en forma de agravio– que viene de años atrás...
Y así, esta novela narra la historia de un doble rechazo y una doble venganza –una triunfante, la otra destinada al fracaso–, con unos personajes a los que no mueve el amor sino el odio. Nothomb explora con su sagacidad habitual las complejas relaciones paternofiliales y los resquemores del amor no correspondido. Y lo hace construyendo una suerte de perverso cuento de hadas contemporáneo, una fábula cruel, narrada con concisión, precisión y contundencia. Y sobre todo con un derroche de esa suculenta malevolencia con la que una vez más nos deleita en este relato ejemplar.
Adoro a Nothomb, para mí siempre está espectacular y acertada 😉💋
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